El corazón
de un ermitaño.
Por:
Jenny Alexandra Henríquez R.
(Traducido de la revista Psychology Today)
(Traducido de la revista Psychology Today)
Todos nosotros conocemos este tipo de personalidad cuando vemos
uno: agresivo, despótico e impaciente. ¿Pero, vemos qué pasó a esa alma
desdichada para llegar a ese camino? Tímido, inseguro y ansioso, un ser con una personalidad cambiante y diferente, que podría llegar a sufrir una
enfermedad del corazón, hostigado por este tipo de personalidad.
Estas personas tienen un alto riesgo para padecer enfermedades del
corazón, hecho descubierto por investigadores Belgas. Tales personas están
siempre tensas e infelices.
“Buscando constantemente problemas futuros” dice Johan Denollet,
de la universidad de Amberes, estas personas combinan ciertas tendencias hacia
sentimientos negativos con inhibición social, se muestran inquietos con lo que
es la interacción con las demás personas.
Juntas, todas estas características constituyen el segundo riesgo
para un ataque al corazón. Aunque los científicos no están seguros como un tipo
de personalidad particular puede crear una enfermedad, ellos especulan que la
ansiedad crónica que algunas personas experimentan, principalmente en
situaciones sociales, podría ser el culpable directo, porque el estrés
constriñe las arterias del corazón, aumenta la actividad de las plaquetas en la
sangre, (creando peligrosos coágulos) mantiene el corazón latiendo a una
constante y alta velocidad.
A las personas identificadas dentro de este tipo de personalidad
dice Denollet se le puede ofrecer tratamiento adicional, como terapia de
conducta, consejo u orientación, entrenamiento para la habilidad social. Esto
como una forma de dar otras alternativas y fomentar un tipo de vida más
placentero y agradable, a fin de prevenir enfermedades futuras y ayudar a dar
una vida más larga a un órgano tan importante como es el corazón.
Tratemos pues de hacer que sus latidos sean más placenteros…
Comentarios
Publicar un comentario